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Mi viaje a ver el debut de Uruguay en Brasil 2014

 

No recuerdo cuándo fue, pero en algún momento entre el 2010 y el 2011, me propuse ver a Uruguay en el Mundial Brasil 2014.

Esa idea quedó ahí, a la espera que se aproximen las fechas. Para ello, se debía dar un par de coordenadas, clasificar y tener los medios para ir. En ese momento, a fines del 2011, pensaba que si bien la clasificacion no estaba ganada, no iba a costar tanto (pues Uruguay había arrancado con buen puntaje, venía sólido desde el Mundial, le ganaba a todos)  ni tampoco conseguir entradas, que por estar al lado, era un Mundial lleno de uruguayos, lugar no iba a faltar, así que había que juntar los morlacos nomas. 

Parecía todo fácil, salvo que a mediados del 2013, la clasificacion estaba comprometidisima. La noche de la derrota en Chile, además del bajón por la posibilidad de no clasificar estaba tomando forma, se esfumaba la chance de ver a Uruguay en un Mundial cerca. No era lo mismo ir a ver otras selecciones.  

Unos meses después, la clasificacion se enderezo, tras la victoria en Venezuela, partido clave, límite, que vi con muchos nervios, como casi todos. Esa noche, podía ser el fin de un proceso exitoso, de un proceso en el que me sentía identificado, en el que puse mi granito de arena para que siga y no concebía como podía terminarse un año antes del Mundial, cuando para mi, era con un destino cuatri-anual de Mundial 2014. 
  
Por suerte, gano Uruguay y con la victoria en Perú y con Colombia, por la clasificacion faltaba sellarla en Ecuador o con Jordania, pero parecía poco probable perder ambas instancias.

Llego el tema de las entradas, que en mi imaginación era un tema sencillo, teníamos todas las que queríamos. Minga !! Me anote en el primer sorteo , aun sin estar clasificado Uruguay, allá por mediados de Octubre y nada. Segunda instancia, antes de la repesca con Jordania, con mas chances de clasificar, era por orden de llegada a la Web de la FIFA, un día a las 9 am hora uruguaya.  8 y 50 entre y nada, 8 y 52 quede en la lista de espera, una hora, dos horas, cuando me toco mi turno, ya no quedaban entradas disponibles. La cola del almacén de Manolo era mas rápida.

Quedaba una última instancia en Diciembre, con el sorteo hecho, anotarse individualmente por partido, con fecha límite a sorteo. Y bueno, me anote, con la última esperanza de no tener que buscar por Agencias de Viajes.

Un día de Febrero, entre a la pagina de FIFA, a ver que había pasado con el sorteo. No me habían comunicado nada, por lo menos la otra vez, me habían dicho que no era agraciado.

Mi alegría fue enorme, cuando vi aceptada la solicitud con Costa Rica, no así la de los partidos con Inglaterra e Italia. De ahí, me puso en contacto con la FIFA, me dijeron que sí, que me iban a mandar las entradas en Abril y empecé mi búsqueda de pasajes y hotel con tiempo. 

Paso el tiempo y llegó el 11 de Junio del 2014, para viajar. Solo una escala en San Pablo y derecho a Fortaleza. Tras 9 horas llegamos a la noche. 

Quedaban 48 hs antes del partido para pasar en Fortaleza. Personalmente el calor no es de mi agrado, me abruma, pero balanceando, vivir un Mundial por 2 dias de calor cuando en cada verano tengo 90, no tenía comparación. 

Fortaleza tenía un calor seco, pesado, pero alla fui a la FIFA Fest, al hotel a ver a los jugadores (sin éxito) y todo lo que pude hasta que llegó el Sábado 14 de junio y el viaje al Castelao. 

El partido con Costa Rica era aparentemente más fácil de la serie, los 3 puntos que iban a tener Italia e Inglaterra también, para definir la serie entre los 3. 

Me sentía maravillado y me pellizcaba si no estaba soñando, estar dentro de un partido de un Mundial. El himno me emocionó, el gol de Cavani también. Luego vino lo imprevisto, el segundo tiempo fue una pesadilla, Costa Rica sorprendió con un 3-1 y los últimos 45 minutos, fueron eternos, el calor pesaba mas, los brasileros cantando y festejando y había que volver al hotel y luego a Montevideo, con 3 escalas y sin los 3 puntos. Había que bancarsela.

No me arrepiento de haber ido, el resultado no es algo que esté en mis manos, vivir un Mundial fue algo soñado e inolvidable y quien sabe si tendré otro.